9 de julio de 2011

Imperfect.

No soy perfecta ¿sabes? Nadie lo es pero yo lo soy menos todavía.
Soy borde por naturaleza y la reina de las cabezotas. Sería una trabajadora ejemplar para el circo porque a payasa no hay quien me gane. Lloro casi con que me mires pero al poco te estaré regalando la mejor de mis sonrisas y es que soy bipolar. Cuando me enfado lo hago con el mundo entero y en eso soy peor que los niños pequeños. Cuando me ilusiono con algo le pongo todas mis ganas y es que soy una luchadora nata. Estoy acostumbrada a ganar, por eso no sé perder. Solo con que me miren conocen mi estado de ánimo. Si quiero algo no paro hasta conseguirlo. Olvido los 14 de febrero porque no tengo con quien compartirlos. Me trago antes mi sangre que mi orgullo. Primero actúo y luego pienso. Tropiezo veinte veces y aún así vuelvo a tropezar. Cometo errores y no aprendo de ellos. Cuando beso, beso como si fuera el último beso del mundo aunque luego te dé mil más. Si te veo, te doy un abrazo como si hiciera siglos que no te veía. Me gusta vestir bien en la calle pero en casa voy como un zarrio. Puedo hablar de todo menos de política. A mi edad todavía veo dibujos y odio las noticias porque solo dicen cosas malas. Me gustan todos los deportes: Fútbol, tenis, baloncesto, coches, motos, bicis... pero sobre todo el atletismo. Te puedo decir el nombre de 2OO deportistas y no repetir ni un solo nombre. Me emociono con cada deporte y sufro como si mi vida dependiera de si ellos ganan o pierden. Vivo las películas como los protagonistas, me enamoro con ellos, lloro con ellos... Me engancho a las telenovelas y, a veces, mi vida es peor que ellas. Me enamoro de un futbolista, actor, incluso de un personaje y sueño que me caso con ellos. No aguanto discutir con mi hermana pero la incito a ello. Mis mejores amigos son mis perros y se lo cuento todo aunque no me entiendan. Me gusta cantar a gritos cuando estoy sola en casa, aunque lo hago muy mal. Adoro bailar como en las pelis y aprenderme las coreografías. Hablo sola cuando no hay nadie en casa y finjo hablar por teléfono cuando voy sola por la calle. Me encanta leer novelas de amor, aventura, misterio y hasta cuentos infantiles. Soy la más celosa del mundo mundial y la más imperfecta del universo pero ¿sabéis qué? Que me encanta serlo.